El Acogimiento Familiar es
Es:
Brindar un espacio en familia a los niños, niñas y adolescentes que, por diferentes motivos, no puedan vivir con la propia, favoreciendo la recomposición del vínculo en el respeto de su origen e identidad.
Es un derecho que se diferencia de otras alternativas. NO ES: Cuidado Preadoptivo, Colocación Familiar, Familia Sustituta, Guarda, Familia de tránsito. NO ES ni se identifica con: “otra familia”, “un lugar”, “un reemplazo” o un simple “instrumento legal”.
Conocé el acogimiento desde las palabras de sus protagonistas.
Perspectiva de Trabajo
Consideramos que la familia del niño siempre está presente, es parte de su identidad. Por eso, se vuelve necesario abrir un espacio en familia para aquellos niños, niñas y adolescentes que no pueden vivir con la suya, respetando su historia, orígenes e identidad.
En este sentido, entendemos que nuestra tarea debe articularse a través de acciones con los tres pilares fundamentales del proceso de Acogimiento Familiar:
Los Padres
- Evaluamos las posibilidades de la familia en cuanto a la contención de su hijo.
- Preparamos y acompañamos a la familia del niño para el Acogimiento de su hijo en otra familia.
- Favorecemos que el espacio del niño en su familia no se cierre y que los padres mantengan su lugar en la vida del niño.
- Promovemos la recomposición del vínculo y el regreso del niño a su familia.
El Niño
- Analizamos cuáles son las reales necesidades del niño en relación al Acogimiento y lo acompañamos en la construcción de su espacio en la familia acogedora.
- Velamos por el respeto de su filiación, de su historia y de sus derechos.
- Estamos atentos a su bienestar y a su desarrollo integral.
- Acompañamos al niño en la relación con sus padres.
La Familia Acogedora
- Informamos a los interesados en ayudar sobre los principios que sustentan el Acogimiento Familiar.
- Evaluamos la articulación de las posibilidades y necesidades del niño, su familia y la familia acogedora.
- Realizamos un seguimiento de la situación del niño en la familia acogedora mientras dure el proceso.
Simplemente queremos agradecer al Equipo de la fundación el habernos posibilitado tener la hermosa experiencia de recibir en Acogimiento a Valeria.
Luego de 4 meses de visitarla en el Hospital de Niños, acompañando sus avances y retrocesos, y compartir su lucha por la vida, celebramos el alta médica. Gracias al apoyo de ustedes y su voto de confianza hacia nosotros, Valeria se integró a nuestro hogar pudiendo experimentar una fuerte vivencia familiar.
Fueron casi 2 meses de abrazos, juegos, música, descubrimientos, aprendizajes, primeros baños, mimos, controles médicos, salidas al aire libre, y mucho amor! También se nos brindó la posibilidad de conocer a su familia, recibiéndolos en nuestra casa pudiendo compartir con ellos anécdotas y aprendizajes.
Estamos felices de haber sido para ella un nido transitorio compartiendo el amor de nuestros hijos, familiares y amigos….hasta su arribo al nido definitivo, donde podrá seguir repartiendo toda su ternura. Ojalá que muchas otras familias puedan vivir esta experiencia tan enriquecedora donde “todos ganan”. Que Dios nos acompañe siempre!
“Fue difícil, pero a medida que fui creciendo asumí mi situación: que tenia una familia propia y otra en la que fui creciendo. Y a las dos tenía que respetar…Aprendí a vivir en libertad. Mi experiencia como hijo acogido fue un aprendizaje, amar y creer.
Hoy tengo mi propia familia, soy un hombre muy feliz y comprendo la importancia de una familia para que un chico tenga todo lo que necesite.
Lo que hicieron por, hoy lo hago por mi propio hijo”.
Surgió una luz de esperanza para el futuro de los dos.
Mi hija está contenida por el amor y calor de una familia que deseaba cuidarla, y con la seguridad y tranquilidad que mamá sigue estando allí, y pasado el mal momento volveremos a estar juntas, pero será distinto, ya no estaremos solas, habrá una familia más en nuestros corazones y seguramente los lazos que se formaron tanto con la niña como conmigo no podrán romperse más”.
“Sentimos que vale la pena.
Apoyar a una familia en dificultad, recibir un chiquito en acogimiento, es como prender una vela en un mar de oscuridad que, por más pequeña que sea, ilumina la vida de tantos otros y, a su vez, les da la posibilidad de prender otras pequeñas velas para que el mundo sea más claro, transparente y luminoso”.